La custodia es un concepto anglosajón (escrow) que consiste, para el proveedor de un producto o servicio, en confiar a un tercero  seguro de custodia los elementos esenciales (programas informáticos, bases de datos, documentos, etc.) para la utilización de este producto o la realización de este servicio. El objetivo es garantizar que un tercero (cliente, socio, etc.) tenga la posibilidad de acceder a estos elementos, de conformidad con las disposiciones del trato entre las partes, y en particular en caso de incumplimiento por parte del proveedor.

• Para el proveedor de programas informáticos, esto permite asegurar a su cliente garantizándole el acceso a el o a los programas informáticos incluso en caso de fallo, en las condiciones mencionadas en el contrato.
• Para el cliente, el depósito de custodia le garantiza el derecho a utilizar el programa informático, en particular mediante la recuperación del código fuente y los datos necesarios en caso de fallo por parte de su proveedor.